lunes, 28 de marzo de 2011
jueves, 17 de marzo de 2011
domingo, 13 de marzo de 2011
domingo, 6 de marzo de 2011
Eterno.
martes, 1 de marzo de 2011
PORQUE ENSAYO.
La suerte que reúne en el tiempo y en esta membrana de papel, a estas dos palabras imbuidas como las tendencias, de casualidad, causalidad y secreta voluntad; es justamente la misma que hace que una gota cristalina, se estrelle en el seno de la madre, luego de penetrar la inmensa masa de aire que une tierra y cielo, sin que nadie alcance a preguntar si quiera, qué clase de gota es, o, si es gota o no y si es cristalina -empero preguntárselo no está de más-. La divina magia que convierte la blanca hoja en el evidente espejo, va más allá de los egos humanos que saturan el paisaje, con presunciones de absoluto y de verdad, de títulos y honores que se conceden a la aparición del punto final.
¿Porque ensayo? Porque si. Si antes de morir el hombre –o sea yo – logra la interpretación del tema de su propia vida, desde el ejercicio libre de su voluntad de estilo –nótese mi esfuerzo por aparentar un lenguaje poético y cuidado- importándole poco que construya o quiebre un sistema o… El Sistema, habrá logrado por si mismo abrirse un lugar más allá de su propia ignorancia y de la que resulta ajena o impuesta. En esta carrera contra el reloj del hombre están todos los aparatos documentales de la humanidad, intentando al tiempo y al cosmos abrazar en un reto de seducción, donde la vida entera se muestra como experimento eterno… como ensayo de proporciones fractales; donde la mínima unidad contiene la semilla de la semilla de la totalidad, donde cada ensayo en su singularidad suma su similaridad, al conjunto de otras miríadas de ensayos, que a la hora del postre hacen posible la profusa y plural belleza de una vida, que hace pocos reproches a la hora de proporciones o escalas y simplemente las hace ser, con la seguridad de que jamás permanecerán.
¿Porque ensayo? Porque en el acto perlocutivo habita el ilocutivo, el fático, el fónico y el rético que en últimas son la locura, el delirio, la demencia, la ilusión, el espejismo, la salvajada, el barbarismo y la perdición pero como muletas hacen llevadera la mente del homínido en su cojera.