sábado, 4 de julio de 2009

Ruido.


Letra por letra, palabra por palabra dudo alcanzar fin en cada línea. Uno a uno, tiempo a tiempo, la carne y los huesos en cada dedo de las manos, se hunde en el cuadriculado plástico grabado con garabatos de la computadora portátil, que otrora me acogiera, cálida y fecunda.

Escribo. Escribo. Escribo. Escribo engañando al tiempo y a la noche que me hallan mórbido en este instante meridional. Puesto el punto la confusión no mengua, no recuerdo ahora un instante que no haya sido mediocre, momentos antes no tenía que escribir y ahora temo por mi honra, pero cuando menos ya he blasfemado unas cuantas líneas, que me dan la excitación del desorden en el paroxismo de la batalla. Es una infamia vomitar así sobre el inmaculado papel blanco, abrigando la ilusión estúpida de hallar la gloria en la evacuación Insulza; pero el “tras bambalinas” también tiene una estética y un propósito. No salvo está el deseo de brillo, pero si al caso, la propia vida en la mañana conservo, he de darme por bien servido al poder recorrer a pie las calles, intentando engañar a la historia y al día.

La noche aun termina.


© Fabricio Franco Talero +57(311)811 85 35

1 comentario:

  1. le entiendo el ruido es importante para la creatividad y el movimiento pero tambien igual de importante el silencio y la quietud para descanzar y recargar energia,chao

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