sábado, 6 de junio de 2009

El Café Literario.

El Café es una bebida que se obtiene por infusión a partir de los frutos o semillas del cafeto, que contiene una sustancia llamada cafeína; por lo que hay que recordar que el café es una potente droga cuya introducción necesita un contexto cultural. En 1511 el cierre de las cafeterías causo rebeliones en Egipto, igualmente en Europa tras la apertura de unos cuantos cafetines, sacerdotes católicos lo llamaron “Amarga invención de Satanás” y en 1611 terratenientes protestantes alemanes prohibieron su difusión*. Por otro lado, la literatura designa un acto peculiar de la comunicación humana y los géneros literarios, un conjunto de singulares técnicas expositivas ligadas a ciertas leyes de forma y contenido**.

De lo anterior se extrae con facilidad y exactitud qué; café literario, es ni más ni menos, alguna clase de alucinación, obtenida por infusión, a partir de una caterva de adictos inventados por Satanás, que contienen una potente sustancia llamada rebeldía. Estas gentes se hierven a sí mismas en un conjunto de singulares técnicas expositivas que denotan un peculiar acto de comunicación humana, ligado a ciertas leyes de forma y contenido, que solo el demonio sabe a ciencia cierta, cuáles son.

Mucho hay que temer, siempre que las gentes de buena índole han luchado desde la aparición de estos maliciosos hábitos y su expansión se ve amparada hoy masivamente por millones de alienados. Es directo afirmar que existe una conspiración gubernamental, en alianza con seres de otros planetas, o si no, estúdiese en detalle la fisionomía de los asistentes a estos oscuros aquelarres; que normales en apariencia, manifiestan con la aplicación, el fidedigno lenguaje y la estampa de los extraterrestres o de los habitantes de otros mundos y dimensiones; que permanecen en la tierra con el propósito único de apoderarse de las mentes del globo, para alimentarse así con los ojos y oídos de humanos normales e inocentes, mientras toman sus macabras tazas de café. Podrán parecer vulnerables y despistados, dignos y si se quiere atontados, pero son la peor ralea que permitió Dios salir de las profundidades del universo; dominan por mucho, varios poderes oscuros; al pensar conjuran, escriben y nacen creaturas, dicen y las llamas queman, su quietud es pasmosa como el fuego solar que canicularmente va a la cimera.

Hay que unirse y hacer resistencia a esta invasión oculta que se lleva a cabo, bajo nuestras narices, desde el siglo XV; hay que elaborar un plan de erradicación manual del café y ponerlos a tomar achicoria venteada, hay que cerrar cuanto cafetucho les sirva de nido, correrlos de las bibliotecas, de los parques, de las salas de cualquier casa, a los grupos que existen hay que darles poco presupuesto, bien poco –cosa que no les dé ni para sus malditas infusiones y vallan así desapareciendo-, no invitar a la lectura de nada a nadie y ni que decir de escribir, nada de cine foros, nada de videítos conmemorativos a su barbarie, nada de geniecitos innovadores culturales, nada de nada para nadie nunca y así obtener espacios para la moda, el negocio y demás cosillas que son terrenales y jugosillas, mas de humanos y que no están suficientemente bien atendidas.


Así salvaremos nuestro modo de vida cómodo y holgado ¡Bienvenidos a la resistencia!



*Café - Wikipedia, la enciclopedia libre.
**"Literatura.”,”Géneros literarios." Microsoft® Encarta® 2009 [DVD]. Microsoft Corporation, 2008.


© Fabricio Franco Talero +57(311)811 85 35

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