
De lo anterior se extrae con facilidad y exactitud qué; café literario, es ni más ni menos, alguna clase de alucinación, obtenida por infusión, a partir de una caterva de adictos inventados por Satanás, que contienen una potente sustancia llamada rebeldía. Estas gentes se hierven a sí mismas en un conjunto de singulares técnicas expositivas que denotan un peculiar acto de comunicación humana, ligado a ciertas leyes de forma y contenido, que solo el demonio sabe a ciencia cierta, cuáles son.
Mucho hay que temer, siempre que las gentes de buena índole han luchado desde la aparición de estos maliciosos hábitos y su expansión se ve amparada hoy masivamente por millones de alienados. Es directo afirmar que existe una conspiración gubernamental, en alianza con seres de otros planetas, o si no, estúdiese en detalle la fisionomía de los asistentes a estos oscuros aquelarres; que normales en apariencia, manifiestan con la aplicación, el fidedigno lenguaje y la estampa de los extraterrestres o de los habitantes de otros mundos y dimensiones; que permanecen en la tierra con el propósito único de apoderarse de las mentes del globo, para alimentarse así con los ojos y oídos de humanos normales e inocentes, mientras toman sus macabras tazas de café. Podrán parecer vulnerables y despistados, dignos y si se quiere atontados, pero son la peor ralea que permitió Dios salir de las profundidades del universo; dominan por mucho, varios poderes oscuros; al pensar conjuran, escriben y nacen creaturas, dicen y las llamas queman, su quietud es pasmosa como el fuego solar que canicularmente va a la cimera.
Hay que unirse y hacer resistencia a esta invasión oculta que se lleva a cabo, bajo nuestras narices, desde el siglo XV; hay que elaborar un plan de erradicación manual del café y ponerlos a tomar achicoria venteada, hay que cerrar cuanto cafetucho les sirva de nido, correrlos de las bibliotecas, de los parques, de las salas de cualquier casa, a los grupos que existen hay que darles poco presupuesto, bien poco –cosa que no les dé ni para sus malditas infusiones y vallan así desapareciendo-, no invitar a la lectura de nada a nadie y ni que decir de escribir, nada de cine foros, nada de videítos conmemorativos a su barbarie, nada de geniecitos innovadores culturales, nada de nada para nadie nunca y así obtener espacios para la moda, el negocio y demás cosillas que son terrenales y jugosillas, mas de humanos y que no están suficientemente bien atendidas.
Así salvaremos nuestro modo de vida cómodo y holgado ¡Bienvenidos a la resistencia!
*Café - Wikipedia, la enciclopedia libre.
**"Literatura.”,”Géneros literarios." Microsoft® Encarta® 2009 [DVD]. Microsoft Corporation, 2008.
© Fabricio Franco Talero +57(311)811 85 35
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