Un sordo estallido retumbo en el silencio vespertino e inmaculado de la inmensa y moderna galería. Pronto, ceso el inconfundible olor a negra pólvora, solitariamente incendiada en el tambor del treinta y ocho recortado pavonado, para dejar sentir el vaho penetrante y vomitivo de los sesos y la sangre y los huesos craneales de un desierto troncho, esparcidos sobre los abiertos libros ambarinos y las inmaculadas mesas de la biblioteca pública. En una de sus muertas extremidades sostenía aun la fría y ciega arma, premonitora de la decisión, si se quiere, infecunda y torpemente desesperada.
Oscuro y vivo epigrama este de la tragedia que celan los libros. Negra evidencia de que el drama en conflagración de inagotables paginas compiladas en infinitos anaqueles, no termina con el pulcro aseo de las dependencias, testigos ciertos de los crueles hechos develados por su ocurrencia a la historia. La vida no termina con la muerte, rezan las cronologías todas, así, historia, es una palabra para la que marca transición una como, fin.
© Fabricio Franco Talero +57(311)811 85 35
Oscuro y vivo epigrama este de la tragedia que celan los libros. Negra evidencia de que el drama en conflagración de inagotables paginas compiladas en infinitos anaqueles, no termina con el pulcro aseo de las dependencias, testigos ciertos de los crueles hechos develados por su ocurrencia a la historia. La vida no termina con la muerte, rezan las cronologías todas, así, historia, es una palabra para la que marca transición una como, fin.
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